Historia del Hapkido

El Hapkido es un arte marcial coreano especializado en la defensa personal integral, caracterizado por la aplicación estratégica de técnicas de control articular, proyecciones, inmovilizaciones, patadas de precisión y el uso de armas tradicionales. Su evolución histórica combina influencias coreanas y japonesas, consolidándose como un sistema práctico, eficiente y adaptable a diversos contextos.

El origen moderno del Hapkido se atribuye al maestro Choi Yong-Sul (1904–1986). Tras su estancia en Japón Choi fue alumno (otras versiones cuentan que solo fue un criado) del famoso Sogaku (Sokaku) Takeda, cabeza de la escuela Daito Ryu, este singular maestro enseño artes marciales, entre otros, a Morihei Ueshiba, creador del Aikido y a Do Shin So fundador del Shorinji Kempo  durante gran parte de su juventud, regresó a Corea en 1945 con un profundo conocimiento de sistemas de defensa basados en el manejo de la energía, la biomecánica y el control del oponente. Sus enseñanzas iniciales, conocidas como Yawara, constituyeron el núcleo técnico que daría forma al Hapkido.

A partir de finales de los años 40 y durante las décadas posteriores, diversos discípulos de Choi entre ellos Ji Han-Jae y otros instructores de renombre incorporaron elementos provenientes de artes marciales coreanas tradicionales, así como métodos modernos de golpeo y defensa. Este proceso de integración técnica permitió estructurar un sistema más amplio, versátil y coherente, que adoptó el nombre “Hapkido”, término que puede traducirse como “el camino de la armonía y la energía”.

Durante la segunda mitad del siglo XX, el Hapkido experimentó una rápida expansión internacional. La creación de organizaciones, federaciones y currículos técnicos unificados contribuyó a profesionalizar su enseñanza y a fortalecer su presencia en ámbitos civiles, policiales y militares. A pesar de la diversidad de escuelas existentes en la actualidad, el arte mantiene principios fundamentales como la no resistencia, el movimiento circular, la redirección de la fuerza y la búsqueda de la eficiencia técnica.

Hoy, el Hapkido se reconoce como una de las artes marciales coreanas más completas y funcionales, valorada tanto por su profundidad técnica como por su enfoque en la disciplina, el autocontrol y la formación integral del practicante. Su evolución continúa, manteniendo un equilibrio entre tradición, investigación técnica y aplicación contemporánea ,donde destaca el KONG IN HAPKIDO.